

Descubre esculturas de S. Antonio de Padua, el santo de los milagros y protector de los pobres. Imágenes de fe, humildad y caridad talladas en madera con esmero.
San Antonio de Padua nació en Lisboa en 1195 con el nombre de Fernando, en una familia noble. A los quince años ingresó en los canónigos regulares de San Agustín, donde profundizó en el conocimiento de las Sagradas Escrituras. En 1220 se unió a los franciscanos de Coimbra y adoptó el nombre de fray Antonio.
Con el deseo de ser misionero y mártir en Marruecos, fue obligado a regresar por fuertes fiebres. Una tormenta lo llevó a naufragar en la costa de Sicilia. Luego viajó a Asís para el Capítulo General, donde conoció a San Francisco. Su cultura y elocuencia se revelaron en una predicación improvisada que le dio notoriedad en la Orden.
En 1224 fue enviado como misionero y predicador al norte de Italia, con éxito en Milán y Rímini, y posteriormente a Francia, donde luchó contra la herejía. A su regreso, se instaló en Padua, donde su fama de predicador extraordinario atrajo a multitudes.
Murió el 13 de junio de 1231 en el convento de Arcella, cerca de Padua. Nueve meses después fue canonizado por el Papa Gregorio IX. En 1946 fue proclamado Doctor de la Iglesia.
Se le representa como un joven fraile franciscano con un lirio en una mano y al Niño Jesús en el otro brazo.
13 de junio
Padua, Lisboa, Paderborn, Hildesheim, mujeres, matrimonios y objetos perdidos.